Pintoresca y de tamaño reducido se encuentra en la Plaza del Altozano del sevillano barrio de Triana a los pies del Puente de Isabel II, realizada en estilo regionalista -típico estilo de la época en Sevilla y sobretodo de su autor- está construida con ladrillo limpio y con cerámica de azulejería trianera del taller de Emilio García García, conformando un bellísimo monumento.
Está compuesta en dos partes, una es la esbelta torre octogonal con sus campanas y rematada por una pequeña cúpula revestida de cerámica y por una veleta de forja, y la otra parte es la propia capilla que se encuentra rematada por una bella cúpula de cerámica que a su vez posee un pequeño templete cobijando a las figuras de las Santas Justa y Rufina y una miniatura de la Giralda, y en lo más alto una bella cruz de forja.
En esta pequeña capilla radica la Hermandad de Gloria de la Virgen del Carmen de Triana, que rinde culto a un cuadro de pintura al óleo de la Virgen del Carmen y el Niño Jesús del siglo XVIII con coronas superpuestas de orfebrería de plata.
Como curiosidad decir el porqué se le denomina El Mechero de Triana y es por su parecido a los antiguos mecheros de yesca.